El nombre Optariston proviene de la síntesis de las palabras "Optiké" y "Ariston" del griego antiguo respectivamente Óptico y Excelente. De hecho, desde sus inicios, esta empresa se ha marcado como objetivo ofrecer a sus clientes lo mejor que ofrece el mundo de la óptica nacional e internacional. Gracias a esta visión moderna e innovadora, Optariston se ha convertido en poco tiempo en el punto de referencia para la solución de todos los problemas visuales de todos los romanos: actores, prelados, políticos, y empresarios.
Optariston ha sabido evolucionar a lo largo de sus más de sesenta años de historia para adaptarse a los tiempos, pero al mismo tiempo ha conservado su filosofía de trabajo, la que siempre ha inspirado a su fundador Lamberto Labella y que se puede resumir en el lema: "No hay problema que no solucionemos".
Resolver problemas y cumplir con las solicitudes de los clientes con pasión, compromiso, disponibilidad y competencia es nuestra misión. Misión que llevamos a cabo con atención, capacidad de escucha y una constante orientación hacia la innovación porque desde hace más de sesenta años Optariston en Roma es sinónimo de óptica de vanguardia.